Criterios ESG: ¿Invertir en renovables como oportunidad?
08 de febrero de 2021
¿Qué es ESG? ¿Invertir en Energías Renovables?
Seguro que has oído hablar de ESG (Environment, Social and Governance). Son una serie de criterios que toman como referencia valores ambientales, sociales y de gobierno corporativo, para definir algunas empresas y su gestión.
Las temáticas que incluyen los criterios ESG son:
- Factores ambientales:
- Cambio climático y transición energética.
- Economía circular.
- Deforestación y uso sostenible de la tierra.
- Biodiversidad.
- Factores sociales:
- Capital humano/igualdad y diversidad.
- Impacto en las comunidades/desarrollo social y económico.
- Salud y seguridad/iniciativas para el teletrabajo
- Relación entre empleados y compromiso.
- Factores de gobierno corporativo:
- Sueldos de los directivos.
- Estructura del Consejo, composición e independencia.
- Uso del capital.
- Transparencia fiscal.
- Corrupción y soborno.
Al tener en cuenta estos criterios “no financieros”, se busca invertir de manera socialmente responsable. Este tipo de inversión sostenible o en energías renovables, ha ido siendo cada vez más relevante en los últimos años, existiendo Fondos cuyo requisito principal es que los valores que forman parte del mismo puntúen alto en criterios ESG.
El “Green deal” europeo, hacia una economía con 0 emisiones
¿Qué está ocurriendo para que surja este movimiento hacia inversiones sostenibles? Vamos a dar una rápida explicación… Cuando la luz solar atraviesa la atmósfera y calienta la superficie de la tierra, este calor se irradia de regreso al espacio. La mayor parte del calor saliente es absorbido por moléculas de gases de efecto invernadero (GEI) y desviado en todas direcciones, calentando la superficie de la tierra y la atmósfera inferior.
Los gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana son principalmente dióxido de carbono (CO2-76%), metano (CH4-16%) y óxido nitroso (N2O-6%) y su concentración ha ido en aumento desde la era industrial. Al hablar de GEI nos centramos en las emisiones de CO2, dada su mayor ponderación entre las emisiones globales.
En diciembre de 2019, la Comisión Europea estableció el acuerdo “Green Deal” europeo, para la Unión Europea y sus habitantes. En septiembre de 2020 se endurecieron todavía más los objetivos de descarbonización.
Objetivos a 2030:
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% (desde los niveles de 1990).
- 35-40% de energías renovables en el mix de energías.
- 58-67% de energías renovables en el mix de electricidad.
- Al menos un 34-37% de mejora en eficiencia energética.
Objetivos a 2050:
- 100% de reducción de gases de efecto invernadero (desde los niveles de 1990).
- Más del 80% de energías renovables en el mix de electricidad.
- 53% de electricidad dentro del mix energético.
Los nuevos planes verdes para favorecer los criterios ESG
Los componentes verdes del plan de recuperación se centran principalmente en:
- Eficiencia energética en edificios.
- Infraestructura para recargar coches eléctricos (1 millón de puntos de carga para vehículos eléctricos en 2025).
- Nuevas subastas de capacidad renovable.
- Producción de hidrógeno bajo en carbono (ya se ha lanzado una alianza de hidrógeno limpio, con el objetivo de alcanzar una producción de 1 millón de toneladas).
La electrificación de la economía es el camino elegido para afrontar el calentamiento global y la contaminación del aire.
Se espera que la demanda mundial de energía se desacelere y se estabilice alrededor de 2030. La intensidad energética disminuirá a medida que aumenta la eficiencia energética. A pesar de que el PIB mundial (en términos reales) de duplicará para 2050, sólo se espera que la demanda mundial de energía crezca en torno al 15%. Esta es la primera vez en la historia que el crecimiento económico y la demanda de energía "se desacoplan".
La electricidad es cada vez más el “combustible” preferido en las economías que dependen más de sectores industriales, servicios y tecnologías digitales. Su participación en el consumo mundial de energía final está aumentando muy rápidamente.
La electrificación en usos claves llevará a que la demanda de electricidad se duplique para 2050. Esto es sobre todo impulsado por una mayor demanda en los edificios y un cambio hacia la electricidad en el transporte.
La descarbonización de la generación eléctrica es fundamental para reducir las emisiones de GEI ... y las energías renovables son la clave de la transición energética.
La ambición de un mundo bajo en carbono implica: pasar de los combustibles fósiles a las energías renovables.
La viabilidad política, social, económica y técnica de la energía solar, la energía eólica y las tecnologías para el almacenamiento de electricidad han mejorado mucho en los últimos años.
La inversión en energía renovable representó dos tercios del gasto mundial en generación de energía en 2017.
Las energías renovables nuevas ya superan a la generación de combustibles fósiles existente en costes de energía en varios países, uno de los puntos de inflexión clave en la transición energética.
La capacidad en energías renovables aumentará en 4.100 GW (2.4x) hasta 2030, principalmente solar fotovoltaica y eólica.
Sectores que se beneficiarían economicamente de la transición a las energías renovables
La energía renovable afectará a la mayoría de las industrias y cambiará los procesos de producción en todos los sectores. La electrificación es el camino a seguir y, por lo tanto, la forma en que las sociedades generan, distribuyen y consumen energía cambiará drásticamente con el tiempo.
Los sectores que se beneficiarían directamente del cambio hacia las energías renovables son:
- Sector eléctrico: aquellas compañías con mayor exposición a solar fotovoltaica y a energía eólica.
- Fabricante de equipos de energías renovables: a medida que la energía renovable crece en la combinación energética, se requerirá más infraestructura renovable. Los costes de materia prima para los paneles fotovoltaicos están disminuyendo. Además, a medida que se utilice más infraestructura renovable, habrá una mayor necesidad de mantenimiento, lo que beneficiará a los fabricantes.
- Metales y mineras: muchas materias primas tienen un papel vital en la transición hacia un futuro más sostenible, incluido el suministro de cobre, litio, níquel y cobalto para el desarrollo de energías renovables, baterías y vehículos eléctricos.
- Semiconductores: se utilizan mucho en paneles solares y, por lo tanto, deberían beneficiarse de una mayor proporción de energías renovables en la combinación energética. Además, a medida que aumenta la necesidad de aplicaciones de comunicaciones, procesamiento de señales, computación y control tanto en el mercado industrial como en el del consumidor, en países en desarrollo, la demanda de semiconductores crecerá rápidamente.
EL CONTENIDO MOSTRADO EN ESTE TEXTO ES UN RESUMEN TRADUCCIDO AL ESPAÑOL DEL INFORME "BBVA GM Research: Climate Change and Energy Transition" CON FECHA 08 February 2021 (11:00CET) Y DEL INFORME "BBVA GM Research: The renewable energy revolution" CON FECHA 08 February 2021 (11:00CET).
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