Las acciones son instrumentos de renta variable que representan una parte proporcional del capital social de una sociedad anónima. Su titularidad otorga a su titular derechos de contenido político (como la participación y voto en las decisiones de la junta general de la sociedad) y económico (por ejemplo, de participación en los beneficios de la sociedad, como puede ser, entre otros, a través del reparto de dividendos).
Su precio depende, tanto de factores específicos de la empresa (los resultados obtenidos y esperados en el desarrollo de sus actividades y su política de dividendos), como de factores relacionados con el mercado en el que cotiza (factores macroeconómicos, políticos, etc.). La rentabilidad de una inversión en acciones se genera por la apreciación o depreciación del precio respecto al de adquisición, así como por la distribución de beneficios que la empresa haya realizado en el periodo de inversión.