ETFs Inversos, ¿qué son y cómo funcionan?
03 de junio de 2020
Los ETFs Inversos son Fondos de Inversión cotizados cuyo objetivo de inversión es replicar el movimiento contrario porcentual diario de un índice bursátil. Pueden llevar o no un factor de apalancamiento de 2 o más veces. En el caso de un ETF inverso sin apalancamiento, cuando el índice replicado obtiene una rentabilidad negativa en la sesión, el fondo tiene una rentabilidad positiva equivalente. Si el movimiento diario es positivo, la rentabilidad del ETF inverso es negativa. En el caso de tener apalancamiento, el movimiento contrario se multiplica por el factor de apalancamiento (2 veces o superior). Los ETFs Inversos utilizan un método réplica indirecto, a través del uso de swaps (contratos de permuta financiera).
Ventajas:
- Posibilidad de beneficiarse de las tendencias bajistas de los mercados y de cubrirse ante movimientos adversos de las cotizaciones.
- El efecto apalancamiento permite amplificar las ganancias en caso de bajadas del índice replicado.
- Liquidez continua al negociarse en mercados organizados desarrollados, como las acciones (el Mercado Continuo Español y principales bolsas internacionales), y contar con la figura de los especialistas que garantizan la liquidez al comprometerse a cotizar durante la sesión de negociación con una horquilla de compra venta con un diferencial limitado y volúmenes mínimos predeterminados.
Desventajas:
- Los ETFs Inversos están expuestos al riesgo de subidas ilimitadas en el índice de referencia, aunque en ningún caso la pérdida puede ser superior al 100% del capital en riesgo.
- El factor de apalancamiento, si lo hubiera, amplifica las pérdidas si el índice subyacente tiene rentabilidades positivas.
- En un período superior al diario, la rentabilidad del ETF Inverso será diferente de la inversa del índice replicado, pudiendo ser incluso de signo contrario. La réplica de movimientos porcentuales estrictamente diarios produce este efecto. No es un producto adecuado para la inversión a medio y largo plazo.
Riesgos:
- Riesgo de Liquidez. En determinados contextos pueden darse escenarios en los que la labor de los especialistas se vea limitada, y por tanto la profundidad y horquilla entre los precios de compra y venta no permitan la ejecución de una operación a un precio y en un tiempo determinado.
- Riesgo de Tipo de Cambio. El valor de una inversión en un ETF en una divisa distinta a la divisa base del inversor puede verse afectado por las variaciones en los tipos de cambio y producir pérdidas en la divisa base, aunque no haya habido ninguna variación negativa en el índice o cartera de referencia.
- Riesgo de Contrapartida. El fondo está expuesto a los riesgos de contrapartida asociados a la contratación de derivados de swaps OTC.
- Riesgo por Inversión como factor dentro del Riesgo de Mercado. Alta Volatilidad en los mercados donde invierta el ETF debido a factores políticos o económicos, lo que determina que el precio de los activos pueda oscilar de forma significativa en cortos periodos de tiempo.
- Riesgo de replicación: la replicación eficiente del fondo puede verse afectada por eventos inesperados que afecten al cálculo de los índices subyacentes.
Importante:
La inversión en ETFs requiere una vigilancia constante de la posición ya que puede perderse la totalidad de la inversión. El producto está dirigido a inversores con amplios conocimientos y experiencia en los mercados financieros.
Puedes aprender más sobre los ETF en nuestro artículo sobre los fondos cotizados, en el que te explicamos cómo funciona este producto.