Estrategias de diversificación. Definición y tipos.

El mundo de la inversión se ha democratizado entre el gran público gracias, en parte, a la cantidad de formación e información disponible al alcance de todos. Muchas familias utilizan sus inversiones para conseguir algunos ahorros para el futuro, o bien, para crear una pequeña cartera de inversión. También las empresas utilizan varias estrategias en sus negocios. Y tanto unos como otros realizan sus inversiones con el fin de obtener la máxima rentabilidad posible y disminuir el riesgo. Una de las vías para aproximarnos a este objetivo es mediante el uso de estrategias de diversificación. ¿Qué son y en qué consisten?

¿Qué es una estrategia de diversificación?

Como ya vimos anteriormente en el artículo “¿Es posible invertir sin riesgo?”, el ideal de todo potencial inversor es buscar aquel producto donde invertir su capital sin arriesgar su dinero si bien toda inversión tiene siempre un riesgo asociado y, generalmente, cuanto mayor es la rentabilidad esperada, mayor es el riesgo que asumimos. Es decisión de cada uno elegir aquellos activos que mejor se puedan adaptar a las necesidades personales de inversión dependiendo de nuestra aversión al riesgo.

La teoría económica nos indica que existen varias pautas que podemos seguir a la hora de materializar nuestras inversiones, y una de ellas es la diversificación de nuestras inversiones.

Veamos lo que significa generar una estrategia de diversificación de una cartera de inversión: consiste en distribuir el capital a invertir entre diferentes activos financieros, con el fin de minimizar los riesgos asociados a estar expuestos a uno o unos pocos, y que tengan un mal comportamiento en los mercados de capitales. Diversificando nuestra cartera, conseguimos una rentabilidad quizás más modesta, pero con un riesgo mucho menor que invirtiendo en un solo activo.

Es una estrategia ampliamente conocida por muchas empresas que utilizan la diversificación en sus negocios. De esta forma, si uno no funciona adecuadamente, puede compensar su peor desempeño con el éxito de otro, dentro de la misma compañía.

Veamos esto con más detalle, primero aplicado a empresas y después, en inversiones financieras.

Ejemplos de estrategias de diversificación dentro de una empresa:

- La empresa crea un producto/servicio totalmente ajeno a la línea de su negocio principal. Este fue el caso de BIC, con sus famosos bolígrafos como negocio principal y su incursión posterior en el mundo de los mecheros y las cuchillas de afeitar. 

- La empresa crea una división de su negocio en el exterior. Eligiendo esta alternativa, podrá reducir el riesgo si la amenaza se produce dentro del país en el que opera.

- Crear una empresa auxiliar de sus productos o servicios, con la capacidad de instalarse a través de esta cadena de valor (integración vertical). De esta forma, ya no depende de sus proveedores o clientes y controla ella misma la cadena de valor. Esta es la vía elegida por Amazon, que se ha convertido en proveedor y supermercado a la vez. 

¿Cómo podemos diversificar nuestra estrategia de inversiones financieras?

Se pueden seguir varias estrategias de diversificación, según el tipo de activo financiero:

- Diferentes categorías de activos dentro de nuestra cartera de inversión: en este caso, elegiríamos una combinación de renta fija y variable. Las proporciones dependerán de nuestro perfil de riesgo. Un ejemplo práctico sería combinar elementos de bajo riesgo, como las Letras del Tesoro, con otros más expuestos a la volatilidad, como las acciones. De esta forma, se pueden combinar distintos porcentajes de estos activos, creando varios escenarios para conseguir manejar así diferentes niveles de riesgo. También podríamos incluir en este apartado, la inversión en alguna divisa, o en materias primas como el oro.

- Dentro de una cartera de Renta Variable, diversificamos invirtiendo en diferentes acciones: combinando acciones de distintas geografías, sectores, etc. Pongamos un ejemplo práctico. Una forma de crear una cartera de renta variable diversificada podría consistir en destinar un porcentaje de la misma por ejemplo al IBEX 35: a través de las compañías con más peso o a través de un ETF, un porcentaje al índice al Dow Jones 3, de igual forma, invirtiendo en las compañías que más pesan en el índice, o en un ETF que lo replique. Y el resto de la cartera lo podríamos distribuir entre  acciones tecnológicas globales y acciones de mercados emergentes.

La pregunta más importante que podemos hacernos en este punto es, ¿cómo elegimos los porcentajes que asignamos a cada inversión de nuestra cartera? La respuesta no depende de un único factor ya que dependerá del horizonte temporal de nuestra inversión, edad, aversión al riesgo, necesidades de liquidez con respecto a la inversión realizada y momento de mercado, entre otros factores.

- Diversificación de sectores económicos: los sectores económicos suelen variar su actividad según el ciclo económico. En este caso, existen sectores que han reducido su actividad con la pandemia actual (hostelería, turismo y aviación, principalmente). Sin embargo, otros, como los productos básicos, han pasado a ser predominantes en estas situaciones. En este caso, podremos reducir el riesgo de caída de un sector, al diversificar entre los diferentes sectores.

Ahora que ya conoces qué son y cómo se aplican las estrategias de diversificación, entra en nuestro blog y conoce más acerca del mundo financiero y de las inversiones.

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