El USD sufre altibajos con tendencia bajista subyacente a corto plazo

Los principales índices bursátiles cerraron en rojo nuevamente ayer, ya que dominó la aversión al riesgo, y el USD cerró como divisa más débil del G10, seguido por el JPY. Las correlaciones a corto plazo han sido extremadamente volátiles, pero el que los rendimientos de los UST extendieran el reciente movimiento a la baja y las valoraciones permanecieran tensionadas ayuda a explicar los últimos movimientos.

El USDJPY volvió a caer por debajo de 128, el GBPUSD saltó por encima de 1,25 y el EURUSD volvió a poner a prueba el nivel 1,06, en un movimiento que perdió fuerza al cierre de la sesión y no continuó durante la noche. El sentimiento del mercado se ha recuperado un poco, después de que China reforzó la confianza al recortar el tipo de préstamo preferencial a cinco años en una cantidad récord para apuntalar la deteriorada economía de la nación.

Los datos de EE.UU. probablemente pesaron sobre el USD ayer, ya que la encuesta manufacturera de la Fed de Filadelfia se desplomó a 2,6 en mayo, muy por debajo de la estimación de 15,0 y por debajo de la lectura de 17,6 de abril. El diablo estaba en los detalles, con el componente de empleo cayendo a 25,5 desde 41,4, mientras el índice de perspectiva a seis meses cayó a su nivel más bajo desde diciembre de 2008. El índice anticipado también se contrajo inesperadamente, las solicitudes semanales de subsidio de desempleo aumentaron a su nivel más alto desde enero, y las ventas de viviendas usadas cayeron un 2,4% intermensual (frente al -2,3% esperado).

El calendario de hoy está desprovisto de datos macro e intervenciones de los banqueros centrales de EE.UU., y dado que los rendimientos de los UST están subiendo ligeramente, el movimiento a la baja del USD podría contenerse de cara al fin de semana.

El EURUSD prueba 1,06 ya que el BCE está claramente dispuesto a comenzar el ajuste

El EURUSD prolongó el rebote hacia 1,06 en un movimiento alcista sostenido que lo empujó un 1,2% más alto. La publicación de la última acta de la reunión del BCE reveló que "algunos miembros consideraban importante actuar sin demora para demostrar la determinación del Consejo de Gobierno de lograr la estabilidad de precios a medio plazo", y todos compartían la opinión de que la normalización de política monetaria debe continuar y ajustarse a las perspectivas de inflación a medio plazo. Después, el vicepresidente del BCE, Guindos, dijo que espera que las compras de activos netos terminen en el tercer trimestre, y más pronto que tarde.

Los datos macro no fueron favorables, ya que la cuenta corriente de la UEM en marzo registró un déficit por primera vez desde febrero de 2012, por un importe de 1.600 millones de euros, en comparación con el superávit revisado a la baja de 15.700 millones de euros en febrero o el máximo de 40.100 millones de euros en 2021, lo que confirma que los flujos comerciales y la dinámica de transferencias de capital han sido un enorme lastre para el EUR. Si las materias primas se estabilizan y los flujos comerciales mundiales se recuperan en los próximos meses, el EUR puede estar preparado para cotizar en rangos más altos a largo plazo, pero, a muy corto plazo, los riesgos se inclinan a la baja y el déficit comercial, la aversión al riesgo y la búsqueda de rendimiento restringirán su potencial al alza.

Hoy, la publicación de la confianza del consumidor de la UEM para mayo no debería ser un factor importante, y por parte del BCE intervendrán Muller, Kazaks, Simkus, Centeno y De Cos.

El GBPUSD vuelve a 1,25 y los indicadores anticipados del RU aumentan los temores sobre el ciclo

Por otra parte, la libra esterlina recuperó algo de terreno frente al USD, y se consolidó por encima de 0,8450 frente al EUR. Las publicaciones macro nacionales antes de la apertura fueron desfavorables, ya que confirmaron que la confianza del consumidor ha caído a su nivel más bajo en al menos 48 años, después de que un aumento en el coste de vida dejara a la población más pesimista aún que en la crisis del petróleo de la década de los 70. Estas cifras aumentan la presión sobre el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, para que ayude a quienes más sufren, y también pueden dar al BoE razones para actuar con cautela al ajustar aún más los tipos de interés.

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